Jornada 23/04/2011

Con algo de retraso cuelgo esta crónica, la tenía olvidada en los artículos escritos, pero no la había publicado.

Como ha predominado durante toda la Semana Santa, el no para de llover ha condicionado todos mis planes de pesca.

Bien sea por no mojarte demasiado, porque los peces estuviesen poco activos o simplemente porque los ríos bajaban turbios y bastante crecidos no he podido ir tanto como me hubiese gustado.

Aun así los ratos que he podido ir, en este caso a las truchas, se comportaron bastante bien.

En este día en concreto, aunque parecía que llovería toda la tarde, la verdad es que algún momento de tregua me daba el tiempo, pudiendo ponerme los waders y dirigirme al agua.
Apenas me había vestido y preparado la caña, comenzaba de nuevo a llover, fino pero llovía. Ya que estaba puesto con todo, decidí que me daba igual mojarme, ya que sino no hubiese podido pescar ni un día.

Observando desde donde había dejado el coche, pude ver en unas tablas de poca agua, bastante truchas cebándose, lo que aun me animó más si cabe.

Me metí en el río y apenas 2 metros por encima de donde yo estaba, veo una ceba muy sutil, pensé en que iba a capturar una mini truchita al juzgar por la pequeña ceba, pero nada más lejos, lanzo un tandem de ninfas y cuando llega a la posición, picada, clavo y ohhh empieza a tirar hacia el fondo de una poza que se encontraba a mi izquierda, la veo pasar y una trucha que rondaría los 30cm se suelta... empezaba bien la jornada.

Normalmente las primeras que me pican, o se me sueltan o no las clavo bien, hasta que me concentro, me evado del mundo y comienza a pescar más seriamente.

Sigo leyendo el río y voy viendo diferentes sitios donde había truchas cebándose, capturando varias pequeñas.

Subo río arriba y en medio de una fuerte corriente, lanzo las ninfas y nada, vuelvo a hacer otra pasada y nada, lanzo un metro más arriba y con una deriva perfecta a bastante velocidad por la tremenda corriente, a mitad de la misma mi hilo se frena en seco, clavo fuerte y en cuestión de 1 segundo delante de mis ojos salta una trucha bastante bonita, sólo hace que caer al agua y empieza a meterse en los remolinos intentando zafarse del anzuelo, al final logro hacerme con ella, foto y al agua.

Seguí subiendo por el río y capturando algunas más, luego llegué a un tramo que tenía una pinta buenísima, pues bien, parece que me falló la vista ya que por más que lo intente sólo obtuve una picada que fallé y nada más...

Estaba algo mosqueado de por qué en ese tramo no había casi truchas, cuando de repente en lo alto de la tabla por la que caminaba, veo una ceba,2,3,4... estaban metidas casi todas las truchas en la cabecera de la tabla, cuando en las anteriores fue totalmente al revés.

Así que no pierdo más tiempo y voy directo al grano, el primer lance alto y zas, la primera se debate ya cansada en mis manos, segundo lance y vuelvo a clavar otra. Sigo lanzando y ya no capturé ninguna más en esa zona, parece que al ver a su compañeras revolucionadas ya no querían saber nada de mis ninfas.

En definitiva, bastante contento por el resultado, pese al mal tiempo, a rachas de viento en algunos momentos y unas

truchas que estaban sólo a ratos, conseguí coger 14, otros días capturé también varias salteadas en ratos que me metí en el río, pero la jornada que más me gustó fue esta.