Pesca Alta Montaña

Tras un largo periodo de inactividad, por falta de tiempo, intentaré volver a poner al día el blog y ya que acaba de abrirse la Alta Montaña en Aragón, comenzaré con algún reportaje que tenía colgado del año pasado.

Habíamos preparado una excursión a un pequeño Ibón con mi mujer, la hora de salida estaba programada para las 8:00 horas, aunque entre unas cosas y otras, al final se hicieron las 10:00h. Dejamos el vehículo en un parking cercano al comienzo de nuestra ruta de ascensión y me dispuse a preparar y montar la caña de mosca, así como la mochila con los bocadillos.

Al poco de empezar a subir, nos encontramos ya con unos bonitos paisajes.

Seguimos subiendo y el camino comienza a tomar una pequeña pendiente pronunciada, decidimos descansar un poco y yo aprovecho para acercarme al río, que discurre cercano a la senda y coger la primera trucha de la jornada. El río baja muy fuerte y bravo, pero a la vez cristalino.

Tras esta breve parada, comenzamos el tramo duro de la ascensión y la senda se vuelve bastante empinada y con mucha piedra suelta, lo que la hace muy incómoda de andar.

Para ir haciendo más ameno el camino y así de tanto en cuanto dejar descansar a mi mujer, voy  pescando algún tramo de río, que en su sinuoso descender desde el Ibón, cruza bastantes veces la senda de subida, regalando maravillosos paisajes. Aunque cuanto más nos acercamos a su nacimiento, el río se vuelve más abrupto, mucho más emboscado y en varios sitios casi imposible de pescar.

Continuamos con la ascensión, en el último tramo, el más duro sin duda y el más inclinado, pero ya puede adivinarse que tras la subida en zig zag, en breve llegaremos al Ibón... En poco más de 15 minutos desde ésta última foto, llegamos al plano y nos encontramos en el pequeño Ibón, majestuoso por el enclave en el que se encuentra. Lo único malo que puedo decir, es el montón de gente que nos encontramos, que hacen que el paisaje pierda parte del encanto, aunque claro está, ante esto no puede hacerse nada.

Solo llegar, en el primer lance con un pequeño díptero, logré clavar una buena trucha, que se me soltó en el primer salto. Estuvieron un rato, que prácticamente no hacían caso a prácticamente nada de lo que les lanzaba, así que decidimos sentarnos de relax y comernos el bocadillo. Justo cuando nos íbamos a sentar, un par de rovellones hicieron acto de presencia, aunque estaban inservibles.

Para que se pueda apreciar la masificación de gente que hay en este Ibón, aquí teneís una vista global del pequeño Ibón, desde nos pusimos a comer.

Ya después de comer, comencé a sacar unas cuantas truchas, la verdad, la media era más grande de lo que esperaba y estaban bastante peleonas, así como muy rápidas tomando las moscas, por lo que fallé varias picadas, aun así cogí 16 truchas. Aquí os dejo una selección de las mejores.

Y después de algunas truchas, emprendimos el camino de bajada, bastante duro también al principio, ya que está muy inclinado y con piedra suelta, por lo que las rodillas sufrían muchísimo.

Mientras bajábamos aun pude tomar alguna instantánea más de los maravillosos paisajes que tenemos en nuestra tierra.

Como último dato, la ascensión tomada con bastante tranquilidad, cuesta entre 2:30 y 3:00 horas, pero vale la pena y no es de los que estén muy lejos